viernes, 23 de mayo de 2014

Las demarcaciones de La Palma

La isla de La Palma. La caracterización geopolítica de esta isla, durante los siglos XIV y XV, se define por doces demarcaciones, tal como nos cuentan los textos etnohistóricos, de diferentes extensión pero parecida potencialidad ecología. Si bien no se indica la superficie de estas unidades territoriales, debemos entender que, por tratarse de una economía ganadera, estas debían extenderse desde la cumbre hasta el mar a fin de aprovechar los recursos de cada piso biológico. Esta disposición permite acceder a distintos recursos dentro de un mismo territorio y, en algunos casos (pastizales y algunas especies vegetales), escalonar estacionalmente su explotación. Según Abreu Galindo estos términos o señoríos eran los siguientes:

 - Aridane, que se extendía desde Tazacorte hasta las Cuevas de la Herrera, abarcando parte del territorio de los actuales municipios de Tazacorte, Los Llanos y El Paso.

- Tijuya, lindante con el anterior, se extendía hasta la montaña de Tamanca.

- Guehebey, comprendía el territorio que se extiende desde la montaña de Tamanca hasta el Charco en el término de Fuencaliente.

 - Ahenguareme, se extendía desde la demarcación anterior hasta Tigalate, en los inicios del actual municipio de Mazo.

- Tigalate, que comprendía el actual municipio de Mazo hasta Las Berñas.

- Tedote, abarcaba los municipios de Las Breñas y Santa Cruz de La Palma hasta Tenagua (Puntallana).

 - Tenagua, que se extendía hasta el término de Adeyahamen, comprendiendo el territorio del actual municipio de Puntallana.

- Adeyahamen, que se extendería por lo que hoy es el municipio de San Andrés y Sauces.

 - Tegalgen, cuyos límites se extenderían desde el anterior hasta el barranco de Izcagua.

 - Tijarafe, que abarca un amplio territorio desde Izcauga hasta El Time.

 - Aceró, que según las fuentes ocuparía La Caldera de Taburiente; pero probablemente, sólo fuera una parte de ésta.




Así pues, la compartimentación que presenta este territorio insular en el momento de conquista responde a un esquema organizativo de tipo segmentario, estando cada una de las unidades territoriales ocupada por n segmento de linaje que es equivalente y complementario de los demás y el resultado de las divisiones que se han producido sucesivamente en el seno del linaje original y que continúa dentro de los distintos segmentos hasta fracciones mínimas localizadas en los distintos colectivos familiares. Cada segmento es políticamente independiente y explota ecosistemas similares, en los que se establecen unos efectivos demográficos reducidos.

Agricultura en Gran Canaria

La agricultura tenía un papel esencial en la dieta de los aborígenes, aunque era más importante en algunas islas como Gran Canaria que en otras como Tenerife, la cual era más ganadera. Uno de los principales medios para la agricultura era la semilla, de la cual la principal va a ser la cebada, que se ha considerado incluso como monocultivo debido al gran número de yacimientos en los que aparece. Esto se explica porque era una semilla que no se picaba y que creía tanto en zonas costeras como de cumbre. Además, era el primer cultivo en crecer en comparación con el resto, es decir, loa aborígenes la preferían porque daba su fruto pronto. El trigo por su parte, fue un cereal secundario aunque fuese usado desde antiguo. Es un cultivo que, a pesar de ser el cereal más nutritivo, necesita mejores tierras y su producción es menor que la cebada. No es muy abundante en los yacimientos, porque lo que se extrae que no fue tan importante como la cebada.



También se cultivaban legumbres como las lentejas, las arvejas o las habas. Éstas son ricas en proteínas y eran cultivadas a la misma vez que los cereales, obteniendo así una dieta equilibrada. Constituían un alimento nutritivo y preservaban la fertilidad de las tierras de cultivo. Alguna de ellas, especialmente las habas, en ocasiones necesitan de un riego artificial, por lo que se cree que los aborígenes llegasen a practicar el regadío. Aun así, su presencia en los yacimientos es muy escasa. Aparte de los cultivos anteriormente mencionados, se produjo el cultivo de la higuera. Sus restos son muy numerosos en los yacimientos de Gran Canaria, estando desde los asentamientos más antiguos. Los aborígenes canarios comían gran cantidad de higos, como se observa en los dientes cariados encontrados en los diversos yacimientos en los que se puede ver las marcas hechas por el consumo de los higos.

Pese a que estos eran los cultivos más importantes en la islas, en cada una de ellas la práctica de la agricultura era diferente llegando incluso a desaparecer como se cree que ocurrió en el caso de La Palma.  La agricultura practicada era excedentaria, por lo que hay presencia abundante de estructuras de almacenamiento como los graneros, para utilizar dicho excedente en caso de sequía. A su vez, había un sistema complejo de distribución de la cosecha.  La actividad recolectora, sin embargo, sería menor y variaba según las estaciones. Los productos más significativos era el mocan, frutos de la palmera…etc



Bibliografía:

VELASCO VAZQUEZ, Javier (1998): “Economía y dieta de las poblaciones prehistóricas de Gran Canarias. Una aproximación bioantropológica” Complutum, 9. 

VELASCO VAZQUEZ, Javier: Canarios. Economía y dieta de una sociedad prehistórica, Ediciones del Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1999.

jueves, 8 de mayo de 2014

Ocupación y hábitat en la isla de Gran Canaria

La localización de los asentamientos en Canarias durante la época prehispánica viene definida por la ubicación de los recursos alimenticios, materiales, pastoriles,… La elección del tipo de hábitat les permitió llevar a cabo una explotación de los recursos próximos al asentamiento. Pudiendo distinguir, por un lado, las agrupaciones agrícolas, que a su vez se subdivide en agrupaciones de vega,  de barranco y de bosque. Por otro lado, agrupaciones pastoriles. Los núcleos más importantes de la isla eran los de Gáldar, Arguineguín y Telde.



Las agrupaciones agrícolas, presentan una economía basada en la práctica de la agricultura intensiva de regadío y de secano, con ganadería extensiva y explotación de los recursos costeros. Las agrupaciones pastoriles por su parte, presentan una economía eminente pastoril aunque también encontramos prácticas de agricultura de secano y de pequeños huertos en el fondo de los barrancos. En cuanto los tipos de hábitat de la isla de gran Canaria, nos encontramos con cuevas naturales y artificiales, casas de piedra y refugios.

-Cuevas: En esta isla, encontramos una ocupación variada dependiendo de la topografía del territorio. Aunque si se aprecia una prolongación hacia la zona interior y más alta de la isla de Gran Canaria, siguiendo los cursos de los barrancos. Son cuevas naturales que han sufrido alguna transformación, para adecuarla para su uso (habitaciones o silos). Normalmente, la ocupación era en cuevas que tenían una boca de considerable dimensiones. También hay que incluir como hábitat los refugios empleados por los pastores, aunque se trate de una ocupación temporal.


-Casas de Piedra: El hábitat en superficie debe ser considerado como la solución arquitectónica adoptada por el aborigen ante la escasez de cuevas, sus deficientes condiciones de habitabilidad e, incluso, ante otros factores sociales, como la presión demográfica, o culturales, como la tradición y bagaje cultural de los primitivos grupos de población. Por otra parte, su carácter disperso o concentrado se explica en razón de las estrategias de subsistencia desarrolladas en esa área, de tal manera que el primero de ellos enlaza con los movimientos estacionales de un sector de la población, debido a las actividades pastoriles y captación de recursos, mientras que el segundo corresponde a asentamientos estables. Así pues, estos poblados de superficie aparecen también en todo el conjunto del Archipiélago.


Bibliografía:

SANTANA SANTANA, Antonio: Análisis territorial del poblamiento prehispánico de Gran Canaria: delimitación de agrupaciones territoriales en “Vegueta” Nº 0, 1992 Las Palmas de Gran Canaria

lunes, 5 de mayo de 2014

Las Pintaderas Canarias

La "pintadera" es un instrumento realizado generalmente en cerámica, pero también en madera, que presenta dos formas fundamentales: o bien es cilíndrica, o bien se trata de una superficie plana a la cual se halla adosado un mango, en forma similar a la de los actuales sellos de caucho de las oficinas. En ambos casos la superficie cilíndrica o plana presenta ciertos dibujos en relieve que son los que sirven para realizar la estampación.




Si tenemos en cuenta primeramente la forma de los sellos o "pintaderas" canarias, se debe hacer una diferenciación formal de carácter esencial, el doble sistema de impresión o estampación por medio de un rodillo o pieza cilíndrica, o por medio de una superficie plana con mango. En las pintaderas canarias sólo hallamos un caso de pintadera cilíndrica, citado por Pericot, entre los centenares de "pintaderas" conocidas. Separado, pues, este caso extraordinario, debemos pasar a la consideración formal de las "pintaderas" planas. Teniendo en cuenta la superficie de impresión, parte fundamental del sello, podemos distinguir las siguientes formas y su proporción en el conjunto de la muestra examinada por nosotros.

1) Cuadradas: 20,6 %.
2) Rectangulares: 37 %
 3) Circulares: 23,2 %.
4) Triangulares: 14,6 %.
5) Doble triángulo: 2,5 %.
6) Semicírculo: 0,8 %.
7) Rombo: O,5 %.
8) Otras formas: 0,5 %.


Consideración a parte debemos hacer de cierto número de "pintaderas", todas ellas realizadas en madera, las cuales están formadas por un cilindro irregular o cono truncado, en cuyas dos bases se hallan, grabados para imprimir dibujos diversos

Los temas que aparecen en las "pintaderas" canarias caen siempre dentro del campo de lo geométrico, contrastando por ello con los más variados y vivos temas representados en las "pintaderas" mejicanas, donde lo animalístico y vegetal juega un importante papel. Uno de los temas geométricos más abundantemente representados en el conjunto de "pintaderas" canarias, es el triángulo. Tema menos frecuente, pero no por eso menos importante, y por el que los primitivos canarios sentían gran predilección, es el de los pequeños cuadrados, que se presentan unas veces formando un verdadero ajedrezado o encerrados unos dentro de otros, pero que sobre todo aparecen formando auténticos enrejados con apariencia de panales. El tema de los círculos es también muy abundante en la temática de las "pintaderas" canarias. La forma más frecuente en que se presentan los círculos es concéntricamente. En algunas piezas de carácter más tosco que las restantes, varias líneas incisas entrecruzadas forman una especie de enrejado, mientras en otras ocasiones, gruesas líneas forman una especie de rectángulos concéntricos. Finalmente debemos señalar una pieza en que aparece como tema fundamental el zigzag, y otra, que representa varios rombos concéntricos. Vemos, pues, que en ningún caso el ceramista prehispánico se dio a reproducir la naturaleza circundante, limitándose siempre a una serie de motivos geométricos muy concretos que repetía casi hasta el infinito con pequeñas variantes. 

Bibliografía:

ALCINA FRANCH, J."Las pintaderas de Canarias y sus posibles relaciones". Anuario de Estudios Atlánticos, número 2.Madrid, Las Palmas, pp. 77-107; 1956.