La isla de La Palma. La
caracterización geopolítica de esta isla, durante los siglos XIV y XV, se
define por doces demarcaciones, tal como nos cuentan los textos etnohistóricos,
de diferentes extensión pero parecida potencialidad ecología. Si bien no se indica
la superficie de estas unidades territoriales, debemos entender que, por
tratarse de una economía ganadera, estas debían extenderse desde la cumbre
hasta el mar a fin de aprovechar los recursos de cada piso biológico. Esta
disposición permite acceder a distintos recursos dentro de un mismo territorio
y, en algunos casos (pastizales y algunas especies vegetales), escalonar
estacionalmente su explotación. Según Abreu Galindo estos términos o señoríos
eran los siguientes:
- Aridane, que se extendía desde Tazacorte
hasta las Cuevas de la Herrera, abarcando parte del territorio de los actuales
municipios de Tazacorte, Los Llanos y El Paso.
- Tijuya, lindante con el
anterior, se extendía hasta la montaña de Tamanca.
- Guehebey, comprendía el
territorio que se extiende desde la montaña de Tamanca hasta el Charco en el
término de Fuencaliente.
- Ahenguareme, se extendía desde la
demarcación anterior hasta Tigalate, en los inicios del actual municipio de
Mazo.
- Tigalate, que comprendía el
actual municipio de Mazo hasta Las Berñas.
- Tedote, abarcaba los municipios
de Las Breñas y Santa Cruz de La Palma hasta Tenagua (Puntallana).
- Tenagua, que se extendía hasta el término de
Adeyahamen, comprendiendo el territorio del actual municipio de Puntallana.
- Adeyahamen, que se extendería
por lo que hoy es el municipio de San Andrés y Sauces.
- Tegalgen, cuyos límites se extenderían desde
el anterior hasta el barranco de Izcagua.
- Tijarafe, que abarca un amplio territorio
desde Izcauga hasta El Time.
- Aceró, que según las fuentes ocuparía La
Caldera de Taburiente; pero probablemente, sólo fuera una parte de ésta.
Así pues, la compartimentación
que presenta este territorio insular en el momento de conquista responde a un
esquema organizativo de tipo segmentario, estando cada una de las unidades
territoriales ocupada por n segmento de linaje que es equivalente y
complementario de los demás y el resultado de las divisiones que se han
producido sucesivamente en el seno del linaje original y que continúa dentro de
los distintos segmentos hasta fracciones mínimas localizadas en los distintos
colectivos familiares. Cada segmento es políticamente independiente y explota
ecosistemas similares, en los que se establecen unos efectivos demográficos
reducidos.